Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
skip to main |
skip to sidebar
MÁS DE LO MISMO
- septiembre 2012 (3)
- agosto 2012 (3)
- julio 2012 (7)
- junio 2012 (5)
- mayo 2012 (3)
- abril 2012 (3)
- marzo 2012 (4)
- enero 2012 (1)
- diciembre 2011 (1)
- octubre 2011 (1)
- septiembre 2011 (2)
- agosto 2011 (8)
- julio 2011 (10)
- junio 2011 (6)
- mayo 2011 (8)
- abril 2011 (8)
- marzo 2011 (11)
- febrero 2011 (14)
- enero 2011 (13)
- diciembre 2010 (23)
- noviembre 2010 (22)
- octubre 2010 (25)
- septiembre 2010 (23)
- agosto 2010 (11)
- julio 2010 (21)
- junio 2010 (18)
- mayo 2010 (21)
- abril 2010 (22)
- marzo 2010 (20)
- febrero 2010 (25)
- enero 2010 (20)
- diciembre 2009 (25)
- noviembre 2009 (25)
- octubre 2009 (26)
- septiembre 2009 (30)
- agosto 2009 (18)
- julio 2009 (25)
- junio 2009 (30)
- mayo 2009 (12)
- abril 2009 (12)
- marzo 2009 (25)
- febrero 2009 (17)
- enero 2009 (12)
- diciembre 2008 (15)
- noviembre 2008 (17)
- octubre 2008 (20)
- septiembre 2008 (25)
- agosto 2008 (23)
- julio 2008 (21)
- junio 2008 (18)
- mayo 2008 (18)
- abril 2008 (20)
- marzo 2008 (16)
- febrero 2008 (11)
- enero 2008 (8)
- diciembre 2007 (11)
- noviembre 2007 (13)
- octubre 2007 (27)
- septiembre 2007 (21)
- agosto 2007 (4)
- mayo 2007 (5)
- abril 2007 (12)
- marzo 2007 (12)
- febrero 2007 (10)
- enero 2007 (17)
- diciembre 2006 (17)
- noviembre 2006 (19)
- octubre 2006 (20)
- septiembre 2006 (8)
MANCHADOS DE TIZA
Links
5 comentarios:
Son los sofás de escai del siglo XXI ;-)))
¡Jajajaja! Totalmente. Y como éstos deberíamos plastificarlos (ya estoy viendo un tapete sobre la zona numérica, una virguería).
Del mío un día salieron Nabucodonosorcitos. Lo juro.
¿Dónde manda mirar House a sus muchachos cuando el paciente tiene problemas digestivos? ¡BINGO!
En el mío estoy viendo ahora mismo, patatas, migas y un trozo de chorizo (o un hilo rojo, no se ve bien, lo tapa la "r").
PD: Me apunto lo del sofá de escai (juas)
Con lo que tienes ahí, Sergio, puedes alimentar a cienes y cienes de familias de Nabucodonosorcitos como los de Doña Caye. Si a esa colonia de seres les hubiera dado por acampar en mi anterior teclado, un tsunami de café se los habría llevado por delante junto a la maleza existente.
Publicar un comentario