El día que los del DRAE me hagan caso e incluyan el Luningo como "periodo del segundo día litúrgico que abarca desde que se lee el suplemento dominical hasta que acaba el lunes", la etiqueta de esta viñeta no tendrá sentido.
Luningo me suena a lenguaje klingon. Claro, por algo fueron enemigos nuestros durante muchos episodios de Star Trek, por inventar algo tan terrible. Menos mal que llega usted y nos lo hace más llevadero.
El primer uso patente (por mi parte) data de finales de marzo de 2008. Aunque lo expresé gráficamente en Octubre de 2007. No sé si alguien lo habrá utilizado antes (tal vez no me merezca ese aplauso). La autoría me importa bien poco; el luningo siempre ha sido parte de nosotros -sobre todo con el puto cambio horario- y necesita un nombre.
Lo que le gustaban a Lázaro Carreter las fuentes y qué poco los neologismos, oiga.
Siempre es preferible al primer día de la semana litúrgica, pese a todo.
ResponderEliminarEl día que los del DRAE me hagan caso e incluyan el Luningo como "periodo del segundo día litúrgico que abarca desde que se lee el suplemento dominical hasta que acaba el lunes", la etiqueta de esta viñeta no tendrá sentido.
ResponderEliminarAceptamos barco como animal acuático.
Luningo me suena a lenguaje klingon. Claro, por algo fueron enemigos nuestros durante muchos episodios de Star Trek, por inventar algo tan terrible. Menos mal que llega usted y nos lo hace más llevadero.
ResponderEliminarSe les quedó el ceño fruncido cuando les dieron a conocer el lunes. Nos tenemos más que merecido ese odio intergaláctico.
ResponderEliminarAplaudo su ingeniosa definición y creación de la palabra "luningo". Incuso Lázaro Carreter estaría de su parte.
ResponderEliminarEl primer uso patente (por mi parte) data de finales de marzo de 2008. Aunque lo expresé gráficamente en Octubre de 2007. No sé si alguien lo habrá utilizado antes (tal vez no me merezca ese aplauso). La autoría me importa bien poco; el luningo siempre ha sido parte de nosotros -sobre todo con el puto cambio horario- y necesita un nombre.
ResponderEliminarLo que le gustaban a Lázaro Carreter las fuentes y qué poco los neologismos, oiga.